La creación
Se cuenta que Nun era agua, el dios de las tinieblas, era el principio de todo, pero solo dormía.
Cuando por fin Nun despertó solo encontró aburrimiento, a su alrededor era todo lo que veía. Ni animales, ni plantas, ni hombres, ni si quiera dioses. Entonces, reconociendo en sí mismo el poder inmenso de crear, decidió ponerse manos a la obra y comenzar con la creación del universo.
Como era agua, comenzó creando la tierra, hizo surgir de sí una gran isla de tierra, era Egipto y pensó que el haber nacido Egipto del agua, debía ser esta quien le diera la vida, fue entonces cuando creó el río divino, el Nilo.
Nun continuó creando el cielo, el aire, las plantas, animales y dioses, pero faltaba algo, no había una oscuridad absoluta, pero tampoco había luz. Un día, de un loto que flotaba en el Nilo surgió una luz. La flor se resistía a abrirse y cuando ya no pudo aguantar más, de su interior nació Ra, el sol, dando al mundo lo que le faltaba, esa luz con la que apreciar los colores, la belleza de a creación y el tiempo, ya que Ra volvía al interior de cáliz de la flor de loto a descansar mientras duraba la noche. Ra se convirtió en el dios más poderoso, el amo del mundo y también el más envidiado.
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