viernes, 25 de noviembre de 2016

¿Alguien ha oído hablar de las sirenas?

A continuación, hablaremos sobre la evolución de las sirenas, así, primero debemos contar la versión de la Odisea y posteriormente de Han Christian Andersen.

Las sirenas en la Odisea.
Ulises y sus compañeros están navegando con el barco. Dado que hay sirenas (esos seres mitológicos los cuales a través del canto, atraen al hombre con su dulzura y después los devoran), Ulises manda a todos los marineros que se tapen los oídos con cera, y así lo hacen excepto él. Esta vez, él se ata al mástil.
Las sirenas empiezan a cantar, y él, como las oye, desea ir con ellas, pero dado que sus compañeros no los puede oír y Ulises no se puede mover, logra haber pasado la trampa de las sirenas.

Las sirenas en el cuento de Hans Christian Andersen.
Habían cinco bellas sirenas. La más joven, la sirenita, cantaba con una voz muy dulce, acompañada de su arpa. Hacía que los demás peces la escucharan atentamente. Ella, deseaba subir a la superficie, ya que sus hermanas (más mayores que ella) le contaban cómo era ese mundo y también os hombres. Su padre (el rey del mar) le dijo que cuando cumpliera 15 años podría subir, al igual que sus hermanas.
Por fin, llegó el gran esperado día. Vio un barco, resulta que era el cumpleaños del capitán, que cumplía 20. La sirenita, deseaba ser como ellos y poder hablarles, pero su padre dijo que tenía que ir con mucho cuidado, que los de la superficie no eran como ellos.
Llegó una gran tormenta, e hizo que se hundiera el barco. La sirenita, rescató al capitán y lo llevó hasta la orilla. Una mujer se acercó y la sirenita se tuvo que esconder en las aguas. Cuando el capitán recobró el conocimiento, se creyó que había sido ella quien le salvó, por tanto la sirenita se fue a su casa muy triste y no salió de su cuarto en muchos días.
Como deseaba tanto ser como ellos, recurrió a una bruja y le dio una poción con las condiciones de que cada vez que usara las piernas sentiría un terrible dolor y sería muda. Además, si el capitán se casaba con otra, la sirenita no volvería jamás al agua y se quedaría muda para siempre. La sirenita, aceptó.
Se tomó la poción y se quedó inconsciente en la orilla del mar. El capitán se la llevó con el a s palacio. Pasaron los días y la sirenita estaba muy feliz al saber que estaba con el y la otra chica se había ido a su país. Pero, un día, vieron que se acercaba un barco y quien había en él, era la chica, a la que le gustaba el capitán. Días después se casaron. La sirenita se derrumbó.
Mientras celebraban la boda en el barco, sus hermanas la llamaron y le dieron una poción, la cual servía para matar al capitán, así la sirenita podría volver a las aguas y tener la vida de antes. Pero ella se negó y se tiró al agua.
Unas hadas le dijeron que había muerto, y que por sus buenas acciones, si seguía haciendo más junto a ellas, conseguiría un alma inmortal. Finalmente, la sirenita aceptó.


Cambios de las sirenas.

Las sirenas usan su arma más potente, su voz, la cual la emplean para atraer a los hombres y luego devorárselos.

Mientras que aquí la sirena desea ir a la superficie, se siente atraída por el mundo exterior y por los hombres que habitan en él.



En estas imágenes vemos cómo la sirena espera a que venga un barco para poder devorar hombres y no va en busca de ellos para poder ver ese mundo, como ha versionado.

Otro cambio que también ha habido es que ahora la sirenita se siente atraída por un hombre y no al revés, como solía ser normalmente.


La sirena quiere parecerse a las personas y vivir como ellos. Es su deseo desde que conoce el mundo exterior.


La sirenita, si quiere algo, debe sufrir por obtener aquello que anhela.


En la Odisea, las sirenas son aves. Como los marineros no las pueden escuchar y Ulises no puede ir con ellas, son derrotadas.


En la versión de Hans Christian Andersen, la sirenita acaba muerta. Mientras según la versión cinematográfica de Disney, la sirenita acaba viviendo con el hombre que ama.

Podemos ver cómo en la versión de Hans Christian Andersen se presenta machismo ya que, le quita a la mujer todas las armas que tiene para defenderse (la voz). Ya que sin la voz no somos nadie, no podemos opinar, conversar, criticar, rechistar…

La voz es algo fundamental que nos hace a cada uno diferente, nos reconocemos sin mirar a  nadie por la voz, y si nos la quitan, nos han quitado algo fundamental para nuestro día a día.

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